¡Abortamos TODO! ¡Por un aborto libre, autónomo, seguro y feminista!

Abortamos la misoginia instalada por un sistema que nos quiere inmovilizadas, controladas, asesinadas, en una cápsula paralizante que nos borra, que ataca nuestra memorias genealógicas intentado arrebatar la rebeldía.

Hemos decido, en un ejercicio consciente, gritar con fuerza: ¡aquí estamos!, recuperando nuestro saber ancestral, por el cual nos exterminaron en la hoguera llamándonos brujas, y hoy ad portas del colapso global de la pacha mama, nos siguen exterminando, junto a la tierra, a las aguas, las semillas; pero somos miles las que nos encontramos en cada esquina, las que estamos en los intersticios de este sistema armado por el orden hegemónico hetero Winca patriarcal. Insistiendo en que encajemos en un orden enfermo transgeneracional, extractivista por el cual nos matan como a Macarena Valdés, como a Berta Cáceres y como a tantas otras…

Aunamos fuerzas, creamos rebeldías en un aborto que conjura, que baila, que construye otras rutas, esas que NO son indelebles en las mujeres, niñas, lesbianas y cuerpos en disidencia, porque hoy vamos en manada resistiendo, encontrándonos, abortando al Estado, a la Yuta, a la institucionalidad que ordena y controla nuestras vidas y trayectorias.

Los que nos ha querido hacer creer que es imposible una comunidad entre nosotras.

Le damos la vuelta porque creemos en el espiral, en nosotras, en no pedir permiso, como lo hicieron nuestras ancestras.

Queremos reivindicar el aborto – más allá de los productos que no queremos cargar en nuestros vientres abusados- abortamos la heterosexualidad como mandato dominante, la misoginia entre nosotras, las usurpaciones cosificadas de nuestros territorios corporales, las posibilidades de exterminar las familias, las élites que sólo se miran entre ellas generando nuevas castas. Somos nosotras las que manejamos la información para poder decir: no queremos parir.

Abortamos este capitalismo violento que de la mano con el sistema heteropatriarcal quiere que no nos miremos, que no miremos la devastación de la tierra.

El 25 de julio es el día que las compañeras negras, afrodescendientes y de las diásporas que han reivindicado… y nosotras en nuestra blanquitud colonial, santiaguina hemos – sin darnos cuenta- borrado. El 25 de Julio se convocó a la Yuta desde el escenario de la marcha por el aborto libre, acción que no sólo repudiamos, sino que nos hizo nuevamente cuestionar los lugares que queremos ocupar. Abortamos ese día también! Por eso, hoy nos levantamos, posicionándonos en un 28 de Septiembre que rescata la memoria de nuestro derecho a decidir autónomamente sobre nuestras cuerpas, gritando esa rebeldía que tuvieron nuestras abuelas, bisabuelas y muchas otras, que somos HOY nosotras, en el barrio, en la pobla, en las comunidades donde el feminismo académico y teórico no alcanza.

Acá estamos levantando el puño junto a otras y a muchas más.

Esto sentipensares queremos compartirlo con ustedes e invitar a agudizar las miradas, los sentires y las luchas… porque estamos aquí haciendo rebeldía, junto a las otras, las que no aparecen en la poltrona de los conversatorios ni en la academia, por que todos los días luchan por mantenerse vivas…la pobreza no es un invento, no es una cifra académica ni estadística…es resistir rebeldemente en el barrio… ese que intentó destruir la dictadura…

Aquí estamos invitándoles a cada una de ustedes a mirar más allá de nuestras y vuestras veredas.

Les dejamos este regalo de dos años habitando un espacio alejado de todo, desde las resistencias que se huelen, se pre-sienten. Se intuyen y crean, desde la periferia, desde la otredad y la extranjería de ser mujeres una otras que podemos y tenemos la potencialidad de crear un algo, un mundo nuevo, distinto donde la libertad sea nuestro único lenguaje.



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